lunes, 5 de agosto de 2013

DIA 3: LA PAPISA






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la papisa
...silencio fecundo, silencio que clama para que lo escuchemos, dialoga con nosotros, nos cuenta de nuestros pedazos, de nuestros sueños, de nuestros deseos. Es en la quietud de la noche, antes del amanecer del alma, cuando la luna nos habla de sus redondeces, de sus curvas, de sus caras y sus oscuridades. Tanto por descubrir en sus cambios tan predecibles que de a poco no podemos distinguir si la luna esta allí en el cielo, o ya se hizo carne en nosotros... la sabiduría eterna nos acompaña.





Sé que entre todas las palabras, una
Hay para recordarla o figurarla.
El secreto, a mi ver, está en usarla
Con humildad. Es la palabra luna.

Ya no me atrevo a macular su pura
Aparición con una imagen vana;
La veo indescifrable y cotidiana
Y más allá de mi literatura.

Sé que la luna o la palabra luna
Es una letra que fue creada para
La compleja escritura de esa rara
Cosa que somos, numerosa y una.

Es uno de los símbolos que al hombre
Da el hado o el azar para que un día
De exaltación gloriosa o de agonía
Pueda escribir su verdadero nombre.
Jorge Luis Borges

Me han dejado sola…se ve que mi presencia los apabulla e intimida. No sé porqué. El Mago no se atreve a mirarme, aún cuando se refugia en mí cuando tanta curiosidad y viajes entre los dioses lo cansan. Y el Loco, qué les puedo decir…me divierto con él, me da ternura, pero él se aburre conmigo. Tanto silencio, tanta introspección no es para él. Sólo se me acerca para que le de algún que otro abrazo y sigue caminando. Me gusta mimarlo, es tan espontáneo.
Me asocian a la luna, a esa maravilla que nos rodea desde el cielo y rige las mareas, las cosechas, los ánimos de los humanos, los encuentros furtivos, las meditaciones masivas y más aún.
Pero mis orígenes son lejanos, Isis entre los griegos; me llamaban la Gran Maga. Siempre he sido respetada y el silencio se apodera de todos cuando aparezco. Soy de poco hablar. Lo justo y necesario, por eso mis palabras hacen historia. Dentro mío se gestan los inicios, descanso entre dos columnas, y un libro sobre mi regazo. Simplemente lo tengo para que me acompañe, pero ya no lo necesito. “La indómita luz se hizo carne en mi y lo dejé todo por esta soledad…” sí, de ellos también he sido la musa inspiradora. De Charly García y de Luis Alberto Spinetta, el flaco.  Esta canción habla de mi y de ellos en el momento de la creación.

La solemnidad me acompaña y también el misterio. Como el lado oscuro de la luna. Me ven, pero nunca saben a quién están mirando y qué están mirando.
Existe la creencia que he sido un papa, la papisa Juana, engañando a todos debajo de mis vestiduras. Hasta allí estuve, en el lugar más sagrado de los hombres. El altar. He sido hombre y mujer al mismo tiempo, soy el número dos, el otro y yo; el círculo infinito lleno de posibilidades, el ying y el yang; la acción me precede y antecede, pero no sale de mí. Sólo la inspiración. Soy quien gesta las ideas, los impulsos, los gritos silenciosos que escucha el creador, las imágenes invisibles que se hacen realidad luego de ser visualizadas por mi.
El Mago, pareciendo indiferente, mirando para el pasado, está atento a mis mensajes. Leonardo Da Vinci, uno de los tantos magos que el mundo ha tenido el honor de recibir, me ha dedicado una de sus obras.
Lo sé, genero asombro y fascinación. Quieren conocerme por entero, pero es una misión imposible, sin estar Tom Cruise en el medio.

No lo intenten, simplemente entréguense a sus sensaciones, a sus intuiciones y mensajes internos. Como mis amigos y los vuestros, no soy de este mundo, aunque pueden encontrarme en cualquier lugar.
He sido la Virgen María, en las bodas de Canaa, cuando mi hijo Jesús y en ese momento el Mago, convirtió el agua en vino a pedido mío. Cómo dejar a una pareja de recién casados sin vino para celebrar la unión, el dos lleno de amor y esperanzas.
Poetas, cantores, escritores han sido y son mis admiradores y seguidores. Pero a diferencia de mi amiga La Emperatriz, quien está ávida por hacer su entrada triunfal, yo busco el bajo perfil. Sólo quiero inspirar paz y amor.

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